El proyecto consiste en un complejo de 45 departamentos, situados frente al mar, en un terreno cercano a Playa del Carmén, Quintana Roo.

El concepto principal del proyecto consistió en hacer pequeñas junglas privadas para cada uno de los 45 departamentos, promoviendo una sensación de privacidad y de contacto con la naturaleza.

Los departamentos se agrupan en 7 edificios distintos, permitiendo que el proceso de construcción se pueda realizar en diferentes etapas. Los primeros seis edificios cuentan con 7 departamentos (122 m2 cada uno), plaza de estacionamiento, escaleras y elevador. El último edificio dispone de 3 Pent Houses (241 m2 cada uno), con vistas directas hacia el mar y servicios comunales en su planta baja.

Al final del lote y cerca de la playa, se ubica la zona de albercas que incluye un piso de madera natural y tres muelles que se enclavan en el mar, generando amplias zonas de asoleamiento, pero con un alto sentido de privacidad.

Todos los edificios cuentan con una serie de paneles en la fachada, que se mueven para controlar la entrada de luz del sol y para generar la privacidad de sus habitantes. Estos paneles están pintados vívamente en un color diferente, emulando las combinaciones de colores utilizados por la población local para pintar sus barcazas de pesca.